De qué hablamos cuando hablamos de Open Finance, podría ser el título de esta publicación si se tratara de un libro digital. Dudas hay varias.
Lo cierto es que las finanzas abiertas no tienen nada de ficción y son una realidad que ha llegado cuando muchos se estaban recién familiarizando con la banca abierta. Entonces, vamos a entenderla bien y diferenciarla.
La gran diferencia: el alcance
Open Banking, Open Finance, Open Data… Hoy en día, estos términos son utilizados frecuentemente en la industria financiera y, a veces, se mencionan como sinónimos intercambiables o conceptos que significan lo mismo.
Esto es un error y para explicar bien su principal diferencia, podemos graficarlo como una teoría de subconjuntos, donde el Open Data es el gran círculo que engloba al Open Finance y este, a su vez, al Open Banking.
Es cierto: el espíritu de los tres términos es compartir datos o funcionalidades que fluyan de una organización a otra, y que sean compartidos con terceros o el resto del ecosistema. No obstante, el alcance de lo que está incluido es diferente y aquí te lo explicamos de adentro hacia afuera:
- Open Banking: al utilizar este término nos referimos a instituciones financieras que normalmente tienen una licencia bancaria. Incluye información de pagos, ahorros, préstamos, créditos y más datos que son propios de la banca.
- Open Finance: aquí se amplía el espectro. Ya no sólo hablamos de esos bancos o instituciones con licencia, sino de cualquier proveedor de servicios financieros. Hay muchas fintech que en sus países no tienen una licencia bancaria, pero que proveen servicios financieros. Se incluye información como datos no bancarios, seguros, pensiones, impuestos y mucho más.
- Open Data: algo así como la atmósfera completa de los datos abiertos. Es decir, se comparten datos o funcionalidades por parte de cualquier organización que los tenga almacenados y que puedan ser de utilidad para el resto del ecosistema. Se incluyen, por ejemplo, empresas de telecomunicaciones, el propio gobierno de los países, organismos de salud, redes sociales, etc.
Por lo tanto, las finanzas abiertas son la continuación de la banca abierta. Algo así como el siguiente nivel en la democratización de la industria financiera.
Qué es Open Finance en detalle
Gracias al uso de interfaces de programación de aplicaciones (API) abiertas, el mercado financiero se abre al intercambio de datos y servicios entre las instituciones y los proveedores externos. De esta manera, los terceros pueden crear aplicaciones para aportar valor a la experiencia del cliente, por ejemplo, simplificando los pagos.
Ahora bien, y tal como indica la empresa Tink, “las finanzas abiertas van más allá del alcance de los datos y servicios disponibles en tu banco, cubriendo toda tu huella financiera”.
Con el consentimiento del usuario, un tercero de confianza podría acceder a los datos financieros relacionados con pensiones, impuestos y seguros. El objetivo es siempre el empoderamiento de los clientes, la transparencia y la simplificación de los procesos financieros.
A modo de ejemplo, imagina los beneficios que entrega Open Finance si deseas contratar un seguro de salud. En lugar de asistir a un centro médico para que te realicen un chequeo, que probablemente te haría perder bastante tiempo, sería mucho más práctico y eficiente que puedas mostrar tu historial médico online con esa institución y así recibir una evaluación en base a esos datos.
Una ventaja comparativa importante, ¿verdad?
Beneficios del Open Finance
Hablando de ventajas, enumeremos tres beneficios imprescindibles que Open Finance entrega a usuarios y empresas.
- Consentimiento sobre los datos: las finanzas abiertas proveen de herramientas para que los usuarios se relacionen con diferentes instituciones de una manera más ágil y segura. Tanto empresas como personas naturales pueden decidir qué datos comparten y a cuáles instituciones con el fin de acceder a productos o servicios.
- Competencia: cuando Open Finance se implementa en diferentes empresas del ecosistema, se genera un mercado más competitivo. Nuevos actores digitales han florecido a nivel global aprovechando este modelo de intercambio de datos, como las Fintech. En consecuencia, los trámites son más expeditos, bajan los costos de administración de servicios y se promueve la sana competencia.
- Transparencia: sabemos que los buró de crédito usan información negativa y los clientes no saben bien cómo los están evaluando. Con Open Finance, las personas se podrían evaluar simultáneamente en diferentes instituciones financieras, sabiendo qué datos están entregando para comparar las diferentes ofertas antes de decidirse por una. En definitiva, se fomenta la transparencia porque los usuarios están al tanto de los datos que comparten.
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Otra diferencia: las regulaciones
Una distinción importante entre Open Banking y Open Finance es que la banca abierta está parcialmente regulada por un marco legal, mientras que las finanzas abiertas todavía no.
En los países que forman parte de la Unión Europea, Open Banking está parcialmente regulada por la Directiva de Servicios de Pago Revisada, también conocida como PSD2. Este marco regulatorio entró en vigencia el año 2018 e hizo posible la apertura de la industria de servicios financieros. Se espera que las futuras regulaciones de Open Finance continúen evolucionando bajo una estructura legal similar.
En Chile, ni el Open Banking ni el Open Finance están cubiertos por un reglamento financiero. Sin embargo, se encamina hacia una regulación Fintech y el Open Finance obligatorio gracias a un proyecto de normativa que se encuentra en tramitación en el Congreso. El objetivo es impulsar una mayor salud financiera a través de la competencia y la innovación en el mercado.
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